En este artículo vamos a hablar sobre la atención de enfermería ante un paro cardiorrespiratorio en neonatos.
Un paro cardiorrespiratorio se define como el cese de los movimientos respiratorios y fallo cardíaco que causa un bloqueo de sangre oxigenada hacia los tejidos y órganos.
Causas del paro cardiorrespiratorio en neonatos
Conociendo la etiología el paro cardiorrespiratorio podemos anticiparnos. Son los siguientes:
- Respiratorias: neumonía, hipertensión pulmonar, apnea, aspiración, neumotórax, hemorragia pulmonar.
- Cardiovasculares: insuficiencia cardiaca congestiva, cardiopatías congénitas, shock cardiogénico, shock hipovolémico, deshidratación y arritmias.
- Metabólicas: alteraciones hidroelectrolíticas y metabólicas.
- Sistema nervioso: hemorragia intracraneal, hidrocefalia, convulsiones y meningitis.
- Iatrogénicas: administración endovenosa rápida de soluciones de calcio o potasio.
- Shock séptico
Detección:
Se sospecha de paro cardiorrespiratorio en neonatos cuando encontramos:
- Ausencia de pulso
- Apnea
- Cianosis
- Dilatación de pupilas
- Si el neonato está monitorizado se podrá observar asistolia, bradicardia o arritmias.
Actuación
La actuación en caso de paro cardiorrespiratorio en neonatos se basa en promover y mantener la oxigenación y la circulación sanguínea.
- Evaluación rápida de la respiración y frecuencia cardíaca.
- Proporcionar calor
- La aspiración solo está indicada en neonatos que tengan una obstrucción evidente de las vías aéreas o que requieran ventilación con presión positiva.
- Suplementar con oxígeno y/o presión positiva continua en la vía aérea (CPAP)
- Si la frecuencia cardíaca es inferior a 60 latidos por minuto, será necesario la intubación endotraqueal.
- Si no responde a la ventilación con presión positiva administrada con una máscara también será necesario intubar.
- Si se ha conseguido una adecuada ventilación pero la frecuencia cardiaca sigue siendo inferior a 60 latidos por minuto, deben hacerse compresiones torácicas utilizando los dos pulgares. Se combinan a razón de 3 compresiones – 1 ventilación de manera que son 90 compresiones y 30 ventilaciones por minuto.
- Si la bradicardia persiste y se han hecho compresiones torácicas durante un minuto, se procederá a cateterizar la vena umbilical o a colocar una vía intraósea para administrar epinefrina.
- La dosis de epinefrina es de 0,01 a 0,02 mg/kg que se repite cada 3-5 minutos.
- Si el recién nacido no responde a la reanimación, se recomienda la expansión del volumen con 1o mL/kg de solución salina al 0,9% IV durante 5-10 minutos.
- Si no responde, considerar hipovolemia o neumotórax.
No reanimar
En caso de que el neonato tenga anomalías letales o graves no es recomendable reanimar, así como tampoco en prematuros extremos.
Cursos online recomendados:
Información de interés:
- Reanimación neonatal por Manual MSD
- Guía sobre reanimación neonatal
- Atención inicial al recién nacido
- Lesiones al nacer